Por el PAN, el puente, la influenza...
Fidel le pidió cuentas al gobernador
Fidel, el candidato de la perrada que en las pasadas campañas electorales ganó simpatías ciudadanas como promotor de la anulación de votos, se presentó ayer en Palacio de Gobierno para exigir cuentas en varios temas al gobernador estatal, Emilio González Márquez.
A las 11:00 am, el pitbull, junto con su amo, Carlos Delgado Padilla, y un reducido grupo de simpatizantes, logró lo que muchos grupos no han conseguido desde hace seis años: ocupar el quiosco de la Plaza de Armas para manifestarse.
Debido a que estaba previsto que el can y sus seguidores entregaran el documento en las oficinas estatales de la calle Corona, los uniformados se descuidaron y, cuando menos lo esperaban, Fidel y sus amigos ya estaban en el quiosco leyendo el comunicado, mientras cinco policías estatales y cinco agentes viales rodearon al grupo.
El primer tema que se abordó fue el conflicto interno del PAN. “En las últimas semanas hemos sido testigos del secuestro de la sede del PAN. [...] Los funcionarios gubernamentales deben dedicarle su tiempo a trabajar en la solución de problemas de la población y no distraerse en asuntos partidistas”, leía el amo de Fidel, mientras llegaban más reporteros.
También pidió que se hicieran consultas públicas sobre el proyecto de la línea 2 del Macrobús y del puente atirantado en Lázaro Cárdenas. Además, solicitó información sobre la situación de la influenza, el proyecto de construcción de las presas El Zapotillo y Arcediano y el problema de la contaminación en El Salto y Juanacatlán.
“Sabemos que lo que algunos le digan le vale madre, pero vamos a insistir porque somos muy tercos y aferrados”, finalizó el mensaje, aludiendo a la famosa mentada de madre que el gobernador dirigió a sus críticos el 23 de abril de 2008.
Luego, el dueño de Fidel bajó del quiosco —que quedó resguardado por policías— cruzó la calle e intentó entrar a Palacio de Gobierno, pero una barrera de cinco uniformados se lo impidió. “Solo quiero entregar este documento”. Los gendarmes respondieron que una persona acompañaría a Carlos Delgado. En ese lapso, ciudadanos ajenos a la manifestación intentaron ingresar al edificio y los policías comentaron que lo podrían hacer cuando terminara la manifestación.
Después, salió Karla Guzmán, funcionaria de menor rango de la Subsecretaría de Asuntos del Interior, quien lo acompañó a entregar el documento y lo escoltó hasta que salió de Palacio de Gobierno. Fidel se quedó en la calle recibiendo la simpatía de los paseantes y robando cámara. “Mira, es el perro que fue candidato”, dijo una joven a su acompañante, mientras le tomaba fotos con su teléfono celular.
Guadalajara. Elizabeth Rivera AguilarSi quieres ver la nota en la pagina de mural sigue este enlace.
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